Bombas de calor en la industria de congelados: eficiencia, descarbonización y ahorro energético

La descarbonización del sector industrial no solo responde a objetivos climáticos, sino que representa una oportunidad estratégica para mejorar la eficiencia energética y reducir costes. Un ejemplo de esta transición es una industria de congelados, donde la implantación de bombas de calor ha mejorado el rendimiento energético, reducido los costes operativos y eliminado el uso de combustibles fósiles.
En este artículo presentamos el caso de una industria de congelados que ha implantado una bomba de calor de alta temperatura, capaz de recuperar calor residual y alcanzar los 92 °C necesarios para el escaldado. Gracias a esta solución, se ha reducido el consumo energético en un 37%, mejorado la eficiencia y eliminado emisiones directas de CO₂.
Introducción
En la industria de congelados coexisten necesidades térmicas extremas: necesita frío intenso en túneles de congelación y cámaras, y calor elevado para procesos como el escaldado de alimentos. Tradicionalmente, estos sistemas se han abordado de forma separada, empleando enfriadoras de amoníaco para el frío y calderas de gas o gasoil para generar calor. Este modelo implica un alto consumo energético, emisiones de CO₂ y dependencia de combustibles fósiles.
Este estudio de eficiencia muestra cómo una bomba de calor puede cubrir toda la demanda térmica del escaldado usando solo energía eléctrica, preferentemente renovable.
Características del sistema
Bomba de calor industrial
- Bomba de calor industrial diseñada para recuperar calor residual y alcanzar temperaturas de hasta 92 °C.
- Tipo de instalación: sistema integrado con recuperación de calor de enfriadoras de amoníaco.
- Eficiencia energética: COP combinado de 5,4 (por cada kWh eléctrico, se generan 5,4 kWh térmicos útiles).
Sostenibilidad y reducción de emisiones
- Ahorro energético total: reducción del 37% respecto al consumo anterior.
• Reducción de emisiones directas de CO₂ asociadas a calderas fósiles. - Contribución al objetivo de neutralidad en carbono: operación prácticamente libre de combustibles fósiles.
El nuevo sistema convierte el calor residual en energía útil, cerrando el ciclo energético de la planta y eliminando riesgos asociados al uso de gas o gasoil.
Ahorro económico y eficiencia operativa
La transición hacia este sistema no solo ha mejorado la eficiencia energética, sino que también ha optimizado los costes operativos.
- Periodo de amortización: inferior a 4 años, impulsado por incentivos como los Certificados de Ahorro Energético (CAEs).
- Reducción de costes operativos: sustitución de calderas fósiles por un sistema eléctrico eficiente.
- Mantenimiento: mínimo, comparado con infraestructuras tradicionales.
Gracias a las ayudas disponibles (como los CAEs y los PERTEs agroalimentarios), la inversión ha demostrado ser no solo viable, sino rentable. Los ahorros energéticos obtenidos se monetizan y generan ingresos adicionales para el promotor del proyecto.
Resiliencia energética y beneficios adicionales
- Sostenibilidad operativa: elimina el uso de combustibles fósiles in situ.
• Mayor seguridad: menor riesgo en la manipulación y almacenamiento de combustibles.
• Flexibilidad: compatible con sistemas de autoconsumo renovable y contratos de energía verde. - Digitalización: integración con sistemas avanzados de monitorización y control energético.
El sistema aporta eficiencia, seguridad y prepara la industria para una electrificación total.
Tecnología, Rentabilidad y Futuro Sostenible
El proyecto ha sido desarrollado por GDES, que ha ofrecido soluciones de integración completa: desde la ingeniería hasta la gestión de ayudas. Con más de 90 años de experiencia, GDES impulsa la transformación energética industrial combinando eficiencia, digitalización y economía circular.
Este caso en la industria de congelados refuerza la idea de que es posible descarbonizar sin perder competitividad. Todo lo contrario: la eficiencia, el ahorro y la alineación con las políticas públicas convierten estos proyectos en modelos a seguir para el futuro del sector agroalimentario.
Conclusión
La incorporación de bombas de calor en la industria de congelados ha demostrado ser una solución eficiente y rentable para la descarbonización, permitiendo reducir el consumo energético y las emisiones de CO₂. Este proyecto subraya el papel clave de la innovación y la colaboración con expertos como GDES, posicionando a la industria como un referente en sostenibilidad y eficiencia.
Para más información, contacta con Fernando Giner, Director de Desarrollo de Negocio de GDES Efficiency (f.giner@gdes.com).